Diferencia entre vino rosado y clarete

El vino rosado y el clarete son dos tipos de vino que comparten algunas similitudes, pero también presentan diferencias distintivas en cuanto a su proceso de elaboración, características organolépticas y tradición regional. Te hablamos sobre las principales diferencias entre estos dos tipos de vino, que te ayudarán a escoger el que más se adapte a tus preferencias. ¡Comenzamos!

Las diferencias en su elaboración

El vino rosado se elabora principalmente a partir de uvas tintas, la mayoría de vinos de este tipo tienen un 50% o más de uva tinta en su composición, incluyendo también uvas blancas en menor cantidad. El vino se fermenta sin hollejos o piel,  esta es una de las principales diferencias con el clarete. En general, el contacto es breve, lo que da como resultado vinos con tonos rosados más pálidos. Además, el proceso de vinificación de los vinos rosados a menudo implica la fermentación a temperaturas más bajas para preservar los aromas frutales frescos y delicados. Hay dos formas de elaborar vino rosado:

  • Rosado de sangrado: la uva tinta se despalilla y al cabo de unas horas se extrae todo el mosto, lo que se denomina sangrado. Este mosto se traspasa a otro depósito donde se desolla y fermenta. Este tipo de vino rosado tiene un color rosa intenso y aromas frutales.
  • Rosado de prensado directo: Elaborado a partir de un coupage de uvas tintas y blancas, el mosto pelado se prensa y fermenta. Da lugar a un vino ligero y suave.

Por otro lado, el clarete es un vino que se encuentra en una categoría intermedia entre los vinos tintos y los vinos rosados. Su nombre proviene de la región francesa de Burdeos, donde se originó. La normativa marca que debe contener al menos un 25% de uva tinta en su composición. A diferencia de los vinos rosados, el clarete se produce mediante un proceso de maceración más largo, en el que los hollejos de las uvas tintas se dejan en contacto con el mosto durante más tiempo. Esto conduce a un color más intenso y a veces incluso puede adquirir tonalidades anaranjadas o cobrizas.

Claves para diferenciar vino tinto y clarete

En términos de sabor y aroma, el vino rosado tiende a ser más ligero y refrescante. Suele presentar notas afrutadas y florales, con una acidez equilibrada y un cuerpo más ligero. Los vinos rosados también son conocidos por su versatilidad, ya que pueden maridar bien con una amplia variedad de platos, que van desde ensaladas y mariscos hasta carnes más ligeras.

El clarete, por su parte, suele ser más estructurado y con mayor cuerpo que el vino rosado. Puede presentar una gama más amplia de sabores, que van desde frutas rojas maduras hasta toques especiados y terrosos. Dependiendo de la región y las uvas utilizadas, el clarete puede tener una mayor presencia de taninos, lo que le otorga una textura más firme y un carácter más robusto. Debido a su cuerpo y complejidad, el clarete se puede maridar bien con carnes a la parrilla, guisos y platos con sabores intensos.

En cuanto a las regiones vinícolas, el vino rosado se produce en todo el mundo, con algunas áreas destacadas como la región de Provenza en Francia, donde se elaboran vinos rosados de alta calidad. Por su parte, el clarete es especialmente conocido en la región de Burdeos, aunque también se produce en otras áreas vinícolas de Francia y en el norte y centro de España.

En definitiva, la diferencia principal entre el vino rosado y el clarete radica en su proceso de elaboración y la cantidad de uva tinta que contiene cada uno de ellos. A nivel nacional, los mejores vinos claretes y rosados se producen en la Denominación de Origen de Cigales, así como en Navarra y La Rioja. Esta puede ser la excusa perfecta para organizar una escapada y hacer turismo enológico en la zona. ¿A qué esperas?

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