La temporada estival trae consigo el incremento de la temperatura, y con ella la invitación a apostar por outfits frescos y confortables, por lo que conviene descartar el uso de calzado cerrado.
Si bien las sandalias son la mejor opción durante el verano, a diferencia de lo que sucede con las zapatillas para mujer, dejan parte de los pies al descubierto. En este sentido, conviene elegir diseños que favorezcan la anatomía y garanticen la comodidad.
Pies anchos
La forma de nuestro pie dice mucho del tipo de calzado que debemos comprar si no queremos lidiar con incomodidades al caminar. En el caso de las mujeres de pie ancho, la prioridad es elegir sandalias fabricadas en materiales flexibles y suaves.
Por lo general, el calzado sintético tiende a ser más rígido y generar rozaduras. En cuanto a la estética, vale la pena priorizar diseños más cubiertos o de tiras anchas, ya que brindan mayor soporte.
Pies estrechos
La capacidad de sujeción es el eje central en la decisión. Las sandalias para mujer con pies estrechos tienen que ofrecer buen agarre, de esta manera, es mejor evitar los modelos de suela ancha o de una única tira.
De acuerdo a los personal shoppers, esta clase de pie cobra especial protagonismo cuando escogemos diseños de tiras cruzadas en el tobillo o tipo gladiador, así como los de plataforma.
Pies planos
El problema del pie plano es la facilidad con la que terminan sintiendo molestias cuando se mantiene en posiciones forzadas. Teniendo en cuenta esto, conviene limitar el uso de sandalias altas solo en ocasiones especiales.
En contraposición, lo recomendable es hacer prevalecer la comodidad e invertir en piezas confeccionadas en materiales naturales. Son ideales los diseños de tiras o lazos con suelas que respetan la forma natural del pie, en lugar de las chanchas minimalistas que exponen la mayor parte del talón.
Pies con puente
Contrariamente a los pies planos, presentan una curva pronunciada bastante acentuada en la bóveda plantar. Por ello, la parte central tiende a estar separada del suelo, lo que limita el contacto y compromete la correcta distribución del peso.
De acuerdo a esta característica, es idóneo escoger sandalias que sirvan de base y respeten la anatomía del pie, en palabras más simples, lo más importante siempre será pensar en la comodidad.
Pies con juanetes
La calidad del calzado tiene que ser la prioridad sí o sí. Sin importar el modelo, las sandalias deben ser suaves y confortables, por ende, son favorecedoras las que se adecúan a los pies anchos.
En palabras más simples, es necesario evitar los cueros sintéticos o materiales rígidos, al igual que los diseños apretados que puedan terminar generando molestias y rozaduras. Asimismo, debemos procurar que las tiras o costuras no tengan contacto directo con la parte del hueso.
Gracias a estos trucos, ahora no tienes excusas para liberar tus pies durante el verano. Presta atención a los consejos y encuentra las sandalias perfectas de acuerdo a tus gustos y tipo de pies.